Buenos días amiguitos y
amiguitas. Hoy nos hemos levantado con una buena noticia, el paro descendió en
el mes de Junio en 98.853 personas, lo que parece ser el mejor dato de un mes
de Junio desde 1996. No obstante, voy a permitirme poner estos datos en
cuarentena por varias razones.
En primer lugar ese descenso del
paro respecto al mes de Mayo no impide que el número total de desempleados se
sitúe en 4.615.269 de personas. Cifra aterradora, salvo que nuestra población
fuese de 400 millones de personas, y aún así. Detrás de cada parado, detrás de
cada persona, hay una historia, que no solo atañe al que lo sufre sino a su
familia, amigos, etc.
En segundo lugar el desempleo en
el último año ha crecido en más de 493.000 personas. Lo que no hace sino
aumentar mi desconfianza en una cifra que tiene todos los visos de
transformarse en un dato meramente estacional.
En tercer y último lugar, tal vez
el dato más preocupante sea el del paro juvenil. En este caso concreto, en
España, el desempleo en menores de 25 años se sitúa en un más que alarmante 52,1
%. Estamos, en esta clasificación, como en la Eurocopa , a la cabeza de la UE , junto con Grecia.
En mi trayectoria profesional de
casi 22 años, empecé a trabajar muy jovencito a los 20 años mientras cursaba el
segundo curso de mi carrera, he tenido la oportunidad de vivir distintas épocas.
Al principio las empresas preferían contratar personal muy experimentado,
buscando una eficacia y una eficiencia, que ellos entendían que difícilmente podía
proporcionar una persona más joven.
No obstante los jóvenes
universitarios éramos un manjar muy goloso, al menos en determinados sectores y
para determinados empresarios. Yo he podido presenciar como un empresario se
vanagloriaba de tener en su poder currícula de licenciados en derecho que se
ofrecían para limpiar los cristales (sic). Posteriormente viví un periodo en el
que existía una auténtica obsesión por la “titulitis”. Se hacía imprescindible
contar con un título para trabajar en un departamento de administración,
desarrollando funciones que no requerían, en absoluto, unos conocimientos teóricos
que demandasen estudios universitarios.
Después, siguiendo un proceso lógico,
como podrá observarse, se requerían estudios universitarios y experiencia. Se
pedía que un licenciado contase, además, con uno o dos años de carrera
profesional. Pero si no se contaba con experiencia, como se podía acceder al
puesto de trabajo?, y aún mejor, si no se accedía a un puesto de trabajo, como
podía acumularse dicha experiencia profesional?
En la actualidad el proceso se ha
simplificado extraordinariamente. Lo mismo da tener título que no tenerlo, o
carecer de experiencia profesional que tener 20 años de experiencia en
diferentes empresas y sectores. Resulta dificilísimo acceder a un puesto de
trabajo cualquiera que sean las condiciones. Me he encontrado en situaciones en
las que, en una entrevista de trabajo, me han dicho que mi perfil encajaba en
las necesidades de la empresa, pero como el sueldo no era elevado, preferían no
contratarme porque entendían que me marcharía tan pronto como encontrase un
trabajo mejor remunerado.
El paro ha descendido en casi
100.000 personas en el mes de Junio. Me alegro, eso , al menos, significa que
hay casi 100.000 desempleados que podrán, siquiera por unos meses, cambiar su
situación personal.
De todas formas me pregunto, si
con la denominada reforma laboral, una relación que se encontraba claramente
escorada del lado del empleador, y que en principio, debido a la susodicha
reforma queda aún menos centrada, estos descensos del paro, no se convertirán
en ascensos súbitos al finalizar la temporada estival? No nos estaremos dirigiendo a una relación de
total servidumbre, en la que el obtener un puesto de trabajo en condiciones
draconianas será motivo de alegría desaforada?
Me preocupa estar desempleado, me
preocupa que mi carrera y mis más de 20 años de experiencia profesional no
sirvan, aparentemente, para nada. Pero también me preocupa que estemos
caminando hacia una sociedad en la que se nos exija una formación de
privilegio, hablar fluidamente 3 idiomas, desarrollar jornadas de 11 horas y
cobrar 800 Euros brutos mensuales. Porque, digo yo, si reducimos sueldos, se
reduce la renta disponible, esto es la cantidad de dinero que una persona puede
destinar al ahorro o al consumo, al reducirse la renta disponible se reducirá
el consumo, más si se incrementa el IVA. Si se reduce el consumo se reducirán
las ventas, y consecuentemente, la producción, con lo cual aumentará el
desempleo.
Pero bueno, como comentaba en un
blog anterior, estoy convencido de que hay cerebritos que no lo pueden explicar
mucho mejor, y sacarnos de la duda. El único problema es que una parte
importante de esos cerebritos, brillantemente formados, jóvenes, que hablan 3
idiomas o más, puede que estén en el paro.
Esto me recuerda a un chiste de
la época del felipismo.
Viajaban varios líderes
internacionales en un avión a baja altura. Con los instrumentos de navegación
rotos, no encontraron mejor forma de orientarse que asomarse por la puerta
abierta del avión en vuelo. Nuestro entonces presidente del gobierno, sacaba la
mano y decía:
-
Estamos sobrevolando España.
-
Por qué lo sabe? – Le preguntaron los demás.
-
Porque me han robado el reloj de la muñeca y me han
dejado un cartel que dice: “ En Paro”.
Bss


Un análisis muy acertado.
ResponderEliminarYo añadiría una cosita más: cuántos de esos puestos se han creado para cubrir las vacaciones de un trabajador fijo?
Saludos
Gracias
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Entre contrataciones puramente estacionales, suplencias por vacaciones y suplencias por maternidad.....
Temo que tengamos otro otoño caliente, y no solo en lo climatológico.
Un abrazo