miércoles, 18 de julio de 2012

S.P.Q.R.


Buenos días amiguitos y amiguitas. Hoy me despierto con ganas de filosofar sobre varias cuestiones de actualidad, y he pensado en aquello tan manido de que la historia se repite. La sigla que da título al blog de hoy creo que es conocida por todos, aunque tal vez no todos conozcan su significado. Senatus Populusque Romanus, es decir, El Senado y el pueblo de Roma. Estas siglas, relacionadas con las legiones romanas y con su imperio, son representativas de lo que era Roma, al menos nominalmente. El Senado y el pueblo. Hay una maravillosa anécdota, muy poco conocida, a cerca de la actuación de un Cónsul, Cayo Popilio Laenas, enviado como embajador frente al rey Antíoco IV, que pretendía invadir Egipto. Dice la leyenda que Cayo Popilio Laenas dibujo un círculo en la arena envolviendo dentro del mismo al rey, haciéndole constar que tuviese muy presente que si decidía salir del círculo en dirección a Egipto eso sería tanto como desafiar al Senado y al Pueblo de Roma. Era tal la influencia, el poder y la majestad de un Cónsul, que el rey Antíoco salió del círculo en dirección a su país, evitando provocar la ira de Roma, a pesar de que el bueno de Cayo Popilio no estaba acompañado más que de sus Líctores y no tenía un ejército con que hacerle frente.

Y me viene esto a la mente el día después de que el jefe del estado haya decidido rebajarse el sueldo un 7,1 %. El Rey percibía un sueldo de 140.519 Euros y tenía asignados unos gastos de representación de 152.233 Euros, pasando a percibir por ambos conceptos un total de 272.752 Euros. El presupuesto total de la casa real se cifraba en algo más de 8.400.000 Euros en el año 2011, destinándose a la familia real aproximadamente  814.000 Euros.





El primer aspecto que me llama la atención es que Noos-tra infanta percibiese algo más de 100.000 Euros, en concepto de gastos de representación, que eran debidamente recogidos en su declaración de I.R.P.F. anual. Ya sabemos que la infanta en su ignorancia y magnanimidad no sabía, aparentemente, absolutamente nada de los negocios de su ex-poso. Me imagino la situación, en una familia normal:
-          Pedro, qué coche es el que has aparcado delante de la puerta?
-          Un Lamborghini Gallardo, por qué?
-          Y el Seat Panda?
-          Lo entregué en el concesionario al retirar este.
-          Ah. Vale.

Otro aspecto que me viene a la cabeza con machacona insistencia es la eterna disyuntiva, monarquía- república. Hay quienes defienden el papel del jefe del estado, tanto en la transición, como en la actualidad. Argumentando además, no exentos de razón, que el presupuesto de la casa real es de solo 8 millones de Euros. Por otro lado también se puede argumentar que el régimen legítimo, aprobado en las urnas, anterior al régimen presuntamente democrático actual, era el republicano, y que además, también con razón, el cargo de presidente de la república, como jefe del estado, sería un cargo electo, por tanto podríamos prescindir de un presidente deshonesto o que realizase mal sus funciones, ya que estaría sometido al imperio de las urnas.

En Roma, el nivel de corrupción, de abuso de poder, de mercadeo electoral, aunque penado por la ley, era tal que se tendía a hacer la vista gorda. Solo los tribunos de la plebe con afán de protagonismo, o bien remunerados por algún cónsul o pretendiente al cargo, tendían a poner en aprietos a los cónsules. Había excepciones notables en ambas magistraturas. Se que no hay un sistema perfecto, máxime cuando la mayoría de noos-otros, miembros de la plebe, tendemos a la algarabía popular por cuestiones menores y noos dejamos conducir con placidez bovina, hábilmente dirigidos, en cuestiones de mayor enjundia. Sin embargo en una situación como la actual, con escándalos bastante significativos que alcanzan con rotundidad a un miembro de la familia real, creo que tendemos a recordar situaciones pasadas y lo muy de puntillas que suelen pasar los medios de comunicación oficiales sobre algunos aspectos.
En momentos como este siento profundamente no contar con representantes del estado como Cayo Popilio Laenas. Siento que todos los altos magistrados no sean elegidos por el pueblo, siento que noos-tro senado no sea un instrumento legislativo eficaz como lo fue en la época de la Roma republicana. Curiosamente tal vez fuese esa época la de mayor florecimiento de toda la historia de Roma. Personajes como Cicerón, César, Catón, Marco Emilio Escauro, Cayo Mario, Lucio Cornelio Sila,  o Marco Livio Druso, todos coetáneos, otorgaron a Roma un nivel político y jurídico nunca igualado durante el imperio, a pesar de que las conquistas imperiales expandiesen su territorio extraordinariamente.
Eso me lleva a pensar que las dictaduras, las monarquías, las cortes faraónicas, tienden a producir una mayor cantidad de siervos, corre ve y diles y sobre-cogedores, debido, tal vez, a que no siendo necesario destacar en las urnas para obtener un puesto de responsabilidad, a lo peor, la mejor manera de alcanzar lugares de privilegio obedezca a la capacidad para la genuflexión.

Está bien que el rey decida rebajarse el sueldo en un 7%, dejemos al margen el hecho de que sus recursos disponibles, aún con esa disminución, están muy por encima de lo que supone un descenso del 7% para un mileurista. Es correcto pensar que el desempeño de un cargo de esa responsabilidad requeriría un sueldo mucho más elevado que el que se percibe. Pero considero que en el agitado mar de los escándalos uno, cualquiera de Noos-otros, pueda pensar que tal vez haya más aspectos oscuros de los que conocemos.
Es imperativo, tanto para la jefatura del estado, como para el ejercicio de cualquier actividad política, que la mujer de César, como toda la familia de César, deban estar por encima de toda sospecha. Noos-tros representantes deben dar ejemplo, no solo bajándose el sueldo, sino aplicándose a si mismos todo el rigor que demanda una situación como la actual.  Si no es así, si no dan con su actitud y su actuación un ejemplo permanente de austeridad. Si perseveran en aceptar cambios cosméticos que rebajan sueldos millonarios encubriendo partidas de caza en Namibia, noos-otros tendremos cada vez más claro que el anteriormente referido debate no es tal.


Para mayor abundamiento uno puede reflexionar sobre el particular y llegar a la desagradable conclusión de que si no se profundiza adecuadamente en cualquier actuación deshonrosa o presuntamente delictiva, podría ser debido a que aquí todos, o muchos, tienen algo que ocultar. Si hemos llegado a un nivel de corrupción tal. Si hemos alcanzado unas cotas de despotismo tan elevadas en las que cualquiera de noos-otros, por el mero hecho de casar con persona relevante, podemos actuar con absoluta impunidad, entonces copiémoslo todo, porque, al menos yo, me sentiría compensado si tuviésemos un único Cayo Popilio Laenas
Bss

2 comentarios:

  1. Vamos a dibujar un circulo alrededor del congreso y al politico que se salga lo calentamos...

    Muy interesante e instructico el post, me encanta la historia pero esa anecdota tan fantastica no la conocia.

    Muchas gracias!!!

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  2. De nada. Muchas gracias a ti.
    Podríamos instalar un circo alrededor del congreso, con leones? porfa,porfa..jejeje

    Un abrazo

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