lunes, 13 de agosto de 2012

Una imagen vale más que mil palabras

Buenas tardes amiguitos y amiguitas. Antes de nada creo que os debo una explicación, y no pienso pagárosla simplemente os la daré. Llevo cierto tiempo sin reunirme cada día con vosotros como sería mi deseo. Esto obedece a dos razones, en primer lugar estoy trabajando, novedad donde las haya, más en estos tiempos que corren. En segundo lugar, aunque solo cronológicamente hablando, hemos acogido a un Pointer precioso de un añito, se llama Kenu. Víctima él, como todos nosotros, de un país que lejos de ser protector con los suyos, como debería, te maltrata y te abandona, como el hijo de perra de su ex dueño.

En fin, volviendo por donde solíamos, hay dos imágenes que me han causado fuerte impacto en los últimos tiempos. Me gustaría retrotraerme a  esos momentos únicos, que seguramente aparecerán reflejados en los típicos resúmenes anuales de noticias que se emiten en fin de año.

Empezaré por la más reciente. Muchas veces he comentado en este blog que mi capacidad para sorprenderme de las cosas que pasan en estos feudos dejados de la mano de Dios no deja, valga la redundancia, de sorprenderme. Enorme conmoción la que sufrí cuando pude observar las imágenes del alcalde de Marinaleda y di-puta-do autonómico andaluz, el señor Sánchez Gordillo, acaudillando a sus huestes para asaltar unos ovarios, perdón, o varios, supermercados. Expropiación lo llamaron. Necesito una explicación urgente. Es decir, si Pedro Pérez Baticola, casado, con dos hijos menores, sin ningún ingreso en la unidad familiar, acude a un supermercado, a una entidad financiera, o a una casa de lenocinio y se incauta o expropia mercancía o remanente por valor de 300 Euros, con el propósito único de dar de comer a los churumbeles, le meten en la trena. Ahora bien, si acude acompañado de 45 colegas, agrede a las empleadas y convoca a los medos de in-comunicación, iría igualmente al cuartelillo?

Siento decírselo señor Gordillo, usted, que se levanta 3.000 al mes, el señor Llamazares que se levanta 8.000 o el señor Cayo Lara que se gana unos bien merecidos 6.000, tampoco me representa. Me siento frente a ustedes como frente al señor Botín, son unos privilegiados que viven en un mundo aparte, de Yupi efectivamente, porque entiendo que cada día cuando se despiertan debe ser lo primero que exclamen, YUPIIII, ni ustedes ni sus mas fervientes admiradores deben terminar de creerse la suerte que han tenido llegando a tal nivel.

Además, señor Sánchez Gordillo, renuncie a su condición de aforado, por favor, de ejemplo, en eso sí, ya que alguien que lucha por los trabajadores, jamás, nunca, permitiría que se agrediese a otro trabajador como usted consintió. Váyase a la trena y llévese, a la sombra o a la mierda, a los 400.000 inútiles integrales que comparten cargo político con usted. Muchas gracias.

La segunda imagen, algo anterior, es la de la penúltima caída del jefe del estado. Bofetón egregio y solemne. Trompada propia de una persona mayor que lleva en su gastada anatomía la huella indeleble del tiempo. Esa desgracia física, sin mayores consecuencias afortunadamente, me lleva a pensar que tal vez se trate de una magnífica metáfora del estado general de las cosas. Es posible que refleje el estado del estado. Estamos que nos caemos e imagino las portadas de los medios de comunicación extranjeros. Los comentarios en las tertulias en Frankfurt o Berlín:


-          Fíjate Klaus. El Rey de España se ha dado otra hostia.
-          Cazando?
-          No. En un acto oficial.
-          Joderrrr.
-          Pues hay un alcalde que asalta supermercados.
-          No me jodas Fritz.
-          Como te lo cuento.

En fin. Tal vez por ahí ocurra exactamente igual que aquí. Tal vez sus jefes de estado trastabillen y caigan. Tal vez sus alcaldes “expropien” supermercados. Tal vez todo sea igual o peor. No, peor no creo, no creo que en Alemania tengan un 25 % de tasa de paro.

Bss


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