martes, 14 de agosto de 2012

Descenso a los infiernos




Buenas tardes amiguitas y amiguitos. La reflexión de hoy se asemeja a una especie de pesadilla recurrente. Esas que te asaltan, que te golpean en medio de la noche. Dejan un gusto amargo, porque si bien sientes un inmediato alivio al ser consciente de su carácter onírico también persiste una cierta angustia. Llevo cierto tiempo escuchando en radio y televisión, leyendo en prensa, e imaginando en mis sueños una realidad a la que parece que nos encaminamos. Los Neo-Con, que creo que quiere decir neo-conservadores, no entiendo lo de “neo”, será por Matrix, insisten una y otra vez que el problema fundamental de la economía, será más bien la econo-suya, española es la falta de competitividad que se manifiesta, he ahí lo bien ligado que está esto, por lo del sueño digo, en dos aspectos fundamentales, a saber: baja productividad y elevados costes de producción.



Como son más listos que los ratones coloraos o más listos que el hambre, se cuelgan el jersey a la espalda y atan las mangas por delante, llevan unos peinados espantosos y viven en Ortega y Gasset, han encontrado la solución. Hay que reducir los salarios, de esta manera no solo se incrementa la productividad y se reducen los costes de producción, sino que además se frenaría la inflación, y las tortillas de patatas saldrían mucho más jugosas, donde va a parar.

  

Evidentemente todos los que abogan por el descenso de los salarios, así en masa, en bruto, para todo cristo viviente, no perciben unos emolumentos de 900 Euros brutos al mes, ni tienen un trabajo precario, ni nunca han estado en situación de desempleo, ni, por descontado, faltaría más, deben verse afectados por dicha medida.
 

Ante mi pregunta, obvia y también recurrente, de cómo sobrevivir con un sueldo no ya de 1.000, sino de 500 al mes? Teniendo en cuenta que los precios no descenderán de manera inmediata en la misma proporción, ni por supuesto las hipotecas, la respuesta, condescendiente es siempre la misma: Ya veremos, pero si no puedes hacer frente a tus pagos es porque has vivido por encima de tus posibilidades.



El otro día releía “Cabo Trafalgar” de mi admiradísimo Arturo Pérez Reverte, ya sabéis, guerra contra Inglaterra en alianza con Francia, desastre naval en Trafalgar, invasión napoleónica, etc..Comentaba, a colación de mi lectura, que las cosas en esencia no han cambiado prácticamente nada, y ponía el ejemplo de Mazarredo, marino insigne que denunció a todo Cristo la situación catastrófica de la antaño mejor marina del mundo, la española, con aquello de: tal y como está la armada o hacemos la guerra contra Burundi o nos dan las del pulpo. Me encanta la forma en que lo describe Pérez Reverte: “solución oficial española: destierro”.



No comparo a los pijus magníficus de la promoción “porque yo lo valgo” del Instituto de Empresa con Mazarredo, o con Alcalá Galiano, lo que digo es mucho más simple. En este país, o lo que demonios sea, siempre ha ocurrido lo mismo. Una cantidad ingente de incapaces, solo hábiles para el robo y el despilfarro, meten la pata, tan hasta el fondo que el zapato aparece en Nueva Zelanda, y luego, cualquier persona realmente capacitada que afea su conducta es simplemente apartada, y por supuesto, y esto es lo más significativo, es la sufrida plebe, la gleba maltratada y esquilmada, la que debe pasar a pagar la factura.



Que se atengan a las consecuencias. Cualquier día decidirán, en su infinita sabiduría, tomar esa decisión ( la U.E. es decir, Unión Especuladora, ya ha avisado de que nuestro salario mínimo es escandalosamente alto), y no nos quedará más remedio que, cual alcalde de Marinaleda, expropiar todos los polos Tommy Hail Hitler, o destruir todas las gominas de flequillos rampantes.





De momento, y como diría Pérez Reverte, yo estoy empezando a acordarme de su puta madre.  




Bss

2 comentarios:

  1. Me alegra verte de vuelta se echaba en falta tu fina ironia y tu mordaz prosa
    Bien venido de nuevo
    JLA

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    1. Hola

      Muchas gracias. Es sumamente agradable que alguien, amén de mi perro y mi novia, me eche de menos.
      Repito las gracias, y gracias también por tu comentario.
      Un abrazo

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