Buenas tardes amiguitas y
amiguitos. La reflexión de hoy se asemeja a una especie de pesadilla
recurrente. Esas que te asaltan, que te golpean en medio de la noche. Dejan un
gusto amargo, porque si bien sientes un inmediato alivio al ser consciente de
su carácter onírico también persiste una cierta angustia. Llevo cierto tiempo
escuchando en radio y televisión, leyendo en prensa, e imaginando en mis sueños
una realidad a la que parece que nos encaminamos. Los Neo-Con, que creo que
quiere decir neo-conservadores, no entiendo lo de “neo”, será por Matrix,
insisten una y otra vez que el problema fundamental de la economía, será más
bien la econo-suya, española es la falta de competitividad que se manifiesta,
he ahí lo bien ligado que está esto, por lo del sueño digo, en dos aspectos
fundamentales, a saber: baja productividad y elevados costes de producción.
Como son más listos que los
ratones coloraos o más listos que el hambre, se cuelgan el jersey a la espalda
y atan las mangas por delante, llevan unos peinados espantosos y viven en
Ortega y Gasset, han encontrado la solución. Hay que reducir los salarios, de
esta manera no solo se incrementa la productividad y se reducen los costes de
producción, sino que además se frenaría la inflación, y las tortillas de
patatas saldrían mucho más jugosas, donde va a parar.
Evidentemente todos los que
abogan por el descenso de los salarios, así en masa, en bruto, para todo cristo
viviente, no perciben unos emolumentos de 900 Euros brutos al mes, ni tienen un
trabajo precario, ni nunca han estado en situación de desempleo, ni, por
descontado, faltaría más, deben verse afectados por dicha medida.
Ante mi pregunta, obvia y también
recurrente, de cómo sobrevivir con un sueldo no ya de 1.000, sino de 500 al
mes? Teniendo en cuenta que los precios no descenderán de manera inmediata en
la misma proporción, ni por supuesto las hipotecas, la respuesta, condescendiente
es siempre la misma: Ya veremos, pero si no puedes hacer frente a tus pagos es
porque has vivido por encima de tus posibilidades.
El otro día releía “Cabo Trafalgar”
de mi admiradísimo Arturo Pérez Reverte, ya sabéis, guerra contra Inglaterra en
alianza con Francia, desastre naval en Trafalgar, invasión napoleónica,
etc..Comentaba, a colación de mi lectura, que las cosas en esencia no han
cambiado prácticamente nada, y ponía el ejemplo de Mazarredo, marino insigne
que denunció a todo Cristo la situación catastrófica de la antaño mejor marina
del mundo, la española, con aquello de: tal y como está la armada o hacemos la guerra contra Burundi o nos dan las del pulpo. Me encanta la forma en que lo describe Pérez Reverte: “solución
oficial española: destierro”.
No comparo a los pijus magníficus
de la promoción “porque yo lo valgo” del Instituto de Empresa con Mazarredo, o
con Alcalá Galiano, lo que digo es mucho más simple. En este país, o lo que
demonios sea, siempre ha ocurrido lo mismo. Una cantidad ingente de incapaces,
solo hábiles para el robo y el despilfarro, meten la pata, tan hasta el fondo que
el zapato aparece en Nueva Zelanda, y luego, cualquier persona realmente
capacitada que afea su conducta es simplemente apartada, y por supuesto, y esto
es lo más significativo, es la sufrida plebe, la gleba maltratada y esquilmada,
la que debe pasar a pagar la factura.
Que se atengan a las consecuencias.
Cualquier día decidirán, en su infinita sabiduría, tomar esa decisión ( la U.E. es decir, Unión
Especuladora, ya ha avisado de que nuestro salario mínimo es escandalosamente alto),
y no nos quedará más remedio que, cual alcalde de Marinaleda, expropiar todos
los polos Tommy Hail Hitler, o destruir todas las gominas de flequillos
rampantes.
De momento, y como diría Pérez
Reverte, yo estoy empezando a acordarme de su puta madre.
Bss

Me alegra verte de vuelta se echaba en falta tu fina ironia y tu mordaz prosa
ResponderEliminarBien venido de nuevo
JLA
Hola
EliminarMuchas gracias. Es sumamente agradable que alguien, amén de mi perro y mi novia, me eche de menos.
Repito las gracias, y gracias también por tu comentario.
Un abrazo