miércoles, 20 de junio de 2012

Vivir por encima de tus posibilidades

Buenos días a tod@s:

Hoy quiero reflexionar sobre una frase que no he parado de escuchar en los últimos tiempos, " hemos vivido mucho tiempo por encima de nuestras posibilidades". Esta frase, no se muy bien la razón, se aplica, especialmente, cuando se alude a la tan comentada burbuja inmobiliaria.

Parece como si el hecho de comprar una vivienda hubiese sido un lujo solo asumible por futbolistas, políticos, abogados de prestigio, ingenieros, periodistas de renombre y otros ciudadanos de pro.

Mi caso es muy sencillo. En el año 98 adquirí, junto a mi ex mujer, una vivienda. 6 años más tarde, al separarnos, la vendimos. Obtuve una buena plus valía, por la que tributé debidamente. Me encontraba entonces con una cantidad de dinero que me permitía acceder a la compra de una casa. Obviamente con el dinero que obtuve de la venta no podía adquirir una casa similar. Los precios se habían incrementado en un 300 % en esos años. Mi casa costó unos 79.000 Euros en 1998. En el año 2004 una vivienda similar, 63 m2, garaje, trastero y piscina, en realidad bañera grande a compartir con otros 33 propietarios, a 33 kms. de Madrid, costaba en torno a 237.000 Euros.

En esas estábamos. Yo, había vuelto a la casa de mis padres, y, lógicamente, deseaba vivir solo. Así que me dediqué a la búsqueda de un piso en alquiler, si bien es cierto que en Madrid. En ese momento los precios en un barrio periférico de mi agrado rondaban entre los 500 y los 600 Euros mensuales de renta.

Cuando compré mi actual piso, una madriguera, con encanto eso sí, en un barrio muy céntrico, pagaba unos 450 Euros mensuales de hipoteca. Ahora, con las continuas subidas y bajadas del índice de referencia, el conocido Euribor, pago menos de hipoteca de lo que paga mi novia por la vivienda que acaba de alquilar en un barrio periférico.

Mi pregunta es, de qué manera he vivido yo por encima de mis posibilidades?, acaso alquilé una mansión en la Moraleja por 6.000 Euros al mes y no me he enterado? Qué es vivir por encima de las propias posibilidades entonces?

Cuando mi ex y yo adquirimos la primera vivienda apareció un informe en el suplemento de vivienda del diario El Mundo sobre lo que costaba construir una casa. No recuerdo los datos y temo que mi hemeroteca, después de varias mudanzas, haya desaparecido, pero el dato era estremecedor. Construir una vivienda similar a la mía le reportaba al constructor unos beneficios de un 100%. Es decir, construir le costaba 5 millones de pesetas y vendía por 10 millones.


Nos metimos en una espirial de dinero fácil y rápido. Habitualmente se habla de mercado de vivienda. Desde un punto de vista económico no existe tal mercado. El bien que se ofrece, el suelo para construir, está en posesión de un solo oferente, el poder público, esto es los ayuntamientos. Aqui da la sensación de que ha habido muchas personas interesadas en generar una corriente de compra. Había infinidad de compradores y poco producto. Subió el precio. Esa subida de precios estaba absolutamente dirigida, controlada y fomentada por los poderes públicos porque había mucho dinero a ganar. Esto, a su vez, motivó que los particulares con suficiente poder adquisitivo se lanzasen a comprar para vender posteriomente, generando una rentabilidad que no podía igualar ninguna otra inversión.

Ahora bien, cuando una persona deseaba formar una familia, comprar un piso para vivir con su pareja, o simplemente para independizarse, tenía dos opciones, compra o alquiler. El alquiler, que podía y debía haberse fomentado, protegiendo a los propietarios e inquilinos, regulando los contratos, estableciendo garantías suficientes desde los propios ayuntamientos, se vió postergado. No interesaba el alquiler, interesaba que se comprase.


Compramos pues. Las entidades financieras se vieron entonces ante otra gallina de los huevos de oro más que exprimir. No solo poseían empresas constructoras, estaban fuertemenete vinculadas a otras. Obtenían beneficios con la venta de viviendas y, además, luego, concedían hipotecas a los particulares. A pesar de que todas las entidades contaban con departamentos que analizaban el riesgo de las operaciones, estos fueron muy tolerantes con las condiciones. Se concedía el 100% del valor tasado de la vivienda. Se concedían préstamos hipotecarios por mayor importe para que se pudiese adquirir un coche o amueblar la casa, etc...

Ahora todo es muy diferente. El problema es que aunque los pagos mensuales de la hipoteca supusieran, en su momento, un 50 % de los ingresos, todo se convirtió en catástrofe cuando empezamos a convertirnos en "inactivos", más aún cuando empezaron a agotarse las prestaciones por desempleo.

En estas circunstancias me pregunto, de qué manera he vivido por encima de mis posibilidades? Me compre una casa, si, errare humanum est, cuando la compré los pagos mensuales suponían un 45% de mis ingresos. No tenía derecho a comprar una casa? No podía permitirme el lujo de comprarla?, y si es así, donde tenía la obligación de vivir?. Tenía que haberme quedado en casa de mis padres para siempre? Debería haber alquilado en lugar de comprar?, y si debiera haber alquilado, por qué el poder, los poderes públicos, no establecieron normativas que permitiesen que los precios de los alquileres fueran razonables y competitivos?.

Esto me lleva a varias conclusiones:

1.- Solo tienen derecho a comprar una vivienda las personas con unos ingresos estratosféricos. Es decir, y en definitiva, el acceso a la vivienda en propiedad terminará estando reservado a quienes hayan podido tener acceso a una formación de privilegio. El poseer una vivienda en propiedad terminará siendo un asunto de clase, los ricos y sus hijos podrán comprar casa, el común de los mortales no.

2.- Los poderes públicos determinarán, en este régimen democrático. donde tiene que vivir cada persona. Basicamente si eres pobre te jodes y vives con tus padres, pareja, hermanos, hijos, sobrinos, tíos, nietos, primos, abuelos y demás. Todos hacinados en viviendas de 60 m2 propias de la clase obrera de los años 60 del pasado siglo, que para eso eres un pobre de mierda.

3.- Solo Santa Loto Bendita podrá rescatarte de esta situación.


4.- En caso de crisis mundial los trabajadores que no hayan podido tener acceso a una vivienda, o que la hayan tenido y se hayan visto obligados a alquilarla para poder seguir pagando su hipoteca, o que la hayan perdido víctimas de un deshaucio, tendrán la obligación de aportar parte de sus impuestos para sanear a aquellas empresas constructoras de suficiente nivel que tengan problemas financieros, así como a las entidades financieras que lo estén pasando mal, pobrecitas, a pesar de haberse quedado con la casa y seguir teniendo derecho a cobrar las cuotas mensuales de una hipoteca que gravaba una casa que ya no les pertenece.

5.- Tendrás, por cojones, si no perteneces a los del primer grupo, que casarte o arrejuntarte para poder tener casa propia, siempre que tu pareja y tú tengais ingresos suficientes para poder costearla. Eso lo decidirá la entidad financiera de turno, que ahora, tal y como están cayendo los chuzos de punta, han decidido aplicar el rigor necesario. El análisis será del tipo, Godofreda buscaté otro novio que este gana muy poco amén de ser feo y calvo, o bien, Ataulfo, Patrocla está muy buena y la quieres mucho pero es peluquera y gana muy poco, búscate a una de un despacho de abogados aunque sea un pedo de tía e insufrible.


En resumen, y perdón por la extensión, yo no he vivido por encima de mis posibilidades, más bien creo que quienes tienen el poder para tomar decisiones de este calado se han forrado hasta decir basta y llegados a este marasmo descomunal se lavan las manos, miran para otro lado y , además, nos echan la culpa a los demás. Culpa que tiene dos direcciones, fuimos unos gilipollas por comprar, y lo fuimos doblemente, es que no nos dábamos cuenta, gilipollas de nosotros, que no ibamos a poder pagar nuestra casa?, qué vivíamos por encima de nuestras posibilidades?, o como dice mi madre, nos tirábamos los pedos más altos que el culo.

Hace falta tener poca vergüenza y mucha cara dura, de amianto vamos, para además hacernos creer que la culpa es nuestra por vivir por encima de nuestras posibilidades. No entiendo como seguimos soportándolos.

Bss








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