Buenos días amiguitas y
amiguitos. Es increíble que aún tenga capacidad para sorprenderme. La verdad es
que no acierto a discernir si se trata de verdadera sorpresa o de una Más que
lógica indignación.
Ayer el parlamento de catalonia,
país independiente, aprobó solicitar un régimen fiscal distinto, diferente, muy
parecido al famoso régimen de concierto y convenio en vigor en el país vasco y
navarra. Básicamente se trata de que ellos recauden sus impuestos y ellos lo
gasten en su propia patria, país, estado, comunidad, terruño, o como tengan a
bien denominarlo.
Me parece que los problemas de
financiación de catalonia obedecen Más a un régimen dictatorial y corrupto,
como todos, que al hecho de que un pobre trabajador de Plasencia, pongo por caso,
viva y se financie gracias a ellos. Por cierto, sobre este particular hay unas
balanzas fiscales publicadas por el “misterio” de hacienda, creo que en el año
2007, ratificando que la comunidad autónoma que Más aportaba al estado era,
efectivamente, Madrid.
Yo no voy a entrar en juegos
nazi-onanistas. El nazi-onanismo es una ideología característica del siglo XIX,
creo que estamos en el XXI, así que o bien han puesto mal la i, o bien es que
no tienen vergüenza. Yo no soy nazi-onanista. Ni madrileño, ni español. Es
absurdo, obsoleto, caciquil y grotesco. En un mundo absolutamente globalizado,
donde todos dependemos de todos para cualquier cosa, pretender mantener una
cortina o telón, de acero o de fibra de carbono, para preservar unos supuestos
valores, cultura, lengua o tradiciones, me lleva a pensar en algo trasnochado, caduco,
pasado de moda, y con mínimas posibilidades de futuro.
Me parece, Más bien, que se trata
de mantener una dictadura, del estilo de la que tenemos, pero propia, de
barrio. Donde no haya injerencias externas. Donde no haya Más control que el
que quiera imponerse a sí mismo el que gobierna. Mantener enemigos exteriores
en aras de la defensa de unos valores propios y diferentes, cuando
simultáneamente se airean casos y Más casos de corruptelas locales me parece
harto sospechoso.
Creo que en estos momentos las
preocupaciones de cualquier ciudadano de catalonia estarán Más centradas en
mantener el puesto de trabajo o conseguirlo que en autoafirmarse como nación.
No obstante si ese es el camino que mayoritariamente desean seguir adelante con
los faroles, eso sí, no con mi dinero.
Decía que me sorprende que aún
puedan sorprenderme, no es un juego de palabras es la realidad cruda y dura. Hay
quienes en su intención noble y
altruista de que mejoren las cosas todavía
mantienen un cierto grado de credibilidad en el sistema. Pobres de ellos y
pobres de nosotros. Yo, ya lo sabéis, lo tengo bastante claro. Esto es un régimen
feudal, en el que una nobleza sobrevenida, en forma de escaños, concejalías o
consejerías, se empeña en mantenernos anestesiados para seguir ejerciendo el
derecho de pernada.
Sin embargo aún quedan políticos
de rancio abolengo y espíritu libre para dejarnos bien claro que ellos no se
esconden, Más vale un condado a tiempo que una intervención tardía.
La única esperanza que me queda
es que en sus juegos florales terminen por autodestruirse o destruirse los unos
a los otros, así podríamos probar que tal se vive con unos cuantos inútiles,
despilfarradores de lo ajeno, menos.
Tocará seguir esperando me temo.
Han hecho presa con fuerza. El problema es que la presa somos nosotros, adeMás.
Bss