miércoles, 20 de mayo de 2015

Prometer hasta meter..


Buenas tardes amiguitas y amiguitos. Faltan menos de 4 días para el magno acontecimiento, fiesta de la democracia, orgía de libertad…no se porque extraña razón todo me conduce al flanco más sátiro, lujurioso y erótico del acontecimiento. Hay un viejo adagio que reza: “prometer hasta meter, y después de haber metido, no hay nada de lo prometido”. Y me parece, en mi calenturienta imaginación, que se manifiesta con absoluta claridad, que viene al pelo, al referirnos a una jornada de “erecciones”, municipales y autonómicas.

Sé que hay algunos y algunas que lleváis tiempo barruntando, jamás me atrevería a pensar que apostando, hacia donde se dirigirán mis tiros electorales. Quiero aprovechar estas líneas para, en primer lugar, no dejar títere con cabeza. Soy persona mucho más razonable de lo que aparento. Mi lugar favorito a ocupar en cualquier tertulia o diálogo sobre política es el reservado al abogado del diablo. Tiendo a meterme con los populares, cuando entre sus votantes me encuentro, y con el pse, perdón psoe, cuando frecuento a sus simpatizantes o simpatizantas. Es cierto que me resulta mucho más complicado atizarle al soe, o como tengan a bien denominarlo, ya que he comprobado que, con carácter general, sus simpatizantes  y simpatizantas muerden y arañan, y eso duele, como decía la Bombi.

Antes de nada, y por sentar unos principios básicos, la fiesta de la democracia es, exclusivamente, suya. Es día festivo puesto que garantiza un puesto de trabajo sin ninguna responsabilidad. Búsquenme un cargo público que haya sido responsable de algo alguna vez, que reconozca haber introducido alguno de sus apéndices o extremidades tan profundamente que haya sido vislumbrado en Nueva Zelanda y que, consecuentemente, haciendo gala de honradez, seriedad y bonhomía, pliegue faldones y velas y se retire de la vida pública. Y con unos emolumentos próximos a los de un futbolista profesional, because i´m worth it.

En segundo lugar me parece, esta es otra opinión propia y a lo que parece nada extendida, que la legislación vigente debería encargarse de que toda organización implicada en casos de corrupción tuviese vetada no ya la obtención de  cargos de gestión de la cosa pública, sino tan siquiera la posibilidad de concurrir al juego electoral, al menos en tanto en cuanto no quedasen debidamente redimidas todas sus actuaciones  fraudulentas.

En tercer lugar tengo una pésima noticia para aquellos o aquellas que de buena, o mala fe, crean que la autodenominada izquierda tiene el patrimonio de la verdad, de la lucha a favor de los más desfavorecidos y de la defensa de los intereses de todos. Para lo que, en mi modesta opinión, ha perpetrado el pse, perdón psoe, en su labor de gobierno como de oposición, solo hay una palabra, TRAICIÓN, pero háganme el favor de escribirlo en calibrí, negrita, subrayado y a tamaño 2.000.000. No se puede representar a tantos, arrogarse, como era lógico y deseable, la representación de los trabajadores y trabajadoras y emplear toda aquella ilusión, toda aquella energía y destinarla a movilizar los centenares, miles, de camiones  de 18  ruedas abarrotados, hasta los topes, de nuestro dinero. Un hijo de la gran puta, lo es, hijo de puta digo, con independencia de que sea su hijo de puta, o incluso su hijo de puta favorito.  La izquierda de este país es la de: filesa, malesa, time export, gal, boe, roldán, gasolineras, antena 3 radio, psv, cursos de formación, y ere que ere. Podéis deducir a quién no votaré nunca más?

Del desgobierno del sin par Mariano no voy a hablar más. Es el desgobierno que ha entroncado perfectamente con el del hijo del viento. El de dije digo y digo Diego. El de gurtel, el del Madrid arena…parecía imposible que hubiese otro igual o más imbécil. No querías caldo, dos tazas.

Izquierda hundida, por la izquierda, por podemos, es cómplice de los gobiernos andaluces del ere que ere. Se ha descompuesto como un azucarillo en medio de la vorágine del viento que mece coletas. Sueños húmedos cuasi adolescentes, quien no soñó con transmutar la sociedad haciendo de este mundo un lugar justo, sostenible, y libre?. Luego viene la stasi y te despierta del sueño a hostias, y claro, no te queda cara de tonto melancólico porque te la han borrado con la porra.

Podemos, pero qué podemos ser y qué queremos ser? Podemos ser Venezuela, sin duda, o Burundi. El problema es que yo quiero ser Noruega, y eso resulta más complicado, mucho más. Yo casi era rubio, castaño claro, casi tenía los ojos verdes, cuando se mojaban lo parecían, casi llegué a alcanzar el 1.85 de altura, pero me equivoqué de deporte y empecé a fumar joven. Estuve cerca, pero no lo suficiente. Ser Noruega es bastante más difícil que ser Venezuela, me parece, y no me creo que un tío que parece de Albacete, con todos mis respetos para la tierra manchega, me vaya a conducir a vivir en Oslo. Bueno, si gobierna probablemente sí.

Ciudadanos somos todos, pero unos más que otros. Sencillamente me han maltratado tanto en tan diferentes concesionarios de automóviles que cuando aparece un vendedor de magnífico aspecto, de irreprochable actitud, de pétreo sentido común y de indudable capacidad de convicción simplemente tiendo a  pensar que es imposible que el coche funcione. Llamadme mal pensado, probablemente lo sea, ya se sabe, pagan justos por pecadores. 

UpyD que fue mi gran ilusión, el único partido que se presentaba como acusación en todos los casos de corrupción, que venía a remover conciencias, a repartir estopa a pp y pse, perdón, psoe, se ha, eso, partido. Fumigados por el abrazo del oso ciudadano. Quedando mal sin necesidad. Forzados por supuestos amigos a un pacto “ciudadano”, aunque no fueran lo mismo. Y sustraído del cariño popular por el excesivo protagonismo de su lideresa. Claro, porque los demás, los otros actores y actoras del drama electoral no tienen ningún afán protagónico.

En fin, que me queda? Simplemente me viene a la memoria cuando escucho promesas y promesas, parole e parole e parole, aquella frase rescatada de mi memoria por el recientemente fallecido Jesús Hermida, vaya desde aquí mi recuerdo para él. Comentaba el caso de dos jóvenes, jóvenas en este caso. Una de ellas con mirada lánguida y triste le comentaba a su amiga: “El tío no solo me engañó sobre el tamaño del yate, sino que, encima, me hizo remar”.

 

Bss

No hay comentarios:

Publicar un comentario