Hola pequeña, hace nada te daba
unos besos y me despedía de ti. Pensaba bajar hoy a verte, pero no ha habido
ocasión. Ahora, cuando cierro los ojos, aún cuando los tengo abiertos, solo veo
tus ojazos redonditos. Supongo que siempre has llamado más la atención por
contraste. No te enfades conmigo, no siempre se puede destacar. Siempre hay
alguien más guapo, más listo, más fuerte, más alto…Créeme pequeñita, aunque sea
por contraste, es bueno quedarse en la memoria.
Ya sabes como es Kenu. Siempre
tan nervioso, sin parar de moverse, dándote con el rabo en la cara, y tu,
teniendo que cerrar los ojitos para evitar los golpetazos. Ese contraste
hace que destaques, que te fijes en el
recuerdo. Siempre tan buena, tan tranquilita, tan callada. Bueno, también a ti
puedo ponerte algún que otro pero. Recuerdas el verano pasado cuando estabas con
el celo y entró aquella perrita en el jardín? Era la primera vez que te oía
ladrar. O aquel día, hace poco, que tan nerviosilla por salir le mordiste a Eva
en el pie?
Hoy, al salir de casa para ir a
trabajar, había una luna llena preciosa, redonda, como tus ojos, y me he
acordado del pasado verano, recuerdas cuando salíamos por la noche y la única
luz era la de la luna?
Al volver a casa, pensando en ti,
miraba tu amada casa de campo. ¡Como te echamos de menos!, si, ella también. Que
buena pareja, Kenu y tú, si hubiésemos sido cazadores. No te preocupes mi vida,
que volverás a ir a la Casa de Campo.
Ahora se que probablemente
estarás confundida, con miedillo, como cuando se te acercaba un perro grandote
por la calle, pero debes estar tranquilita mi amor. Ese perro mucho más grande
que tu, blanco, con manchas marrones, si, ese tan guapo, es Mambo. Te acuerdas la
cantidad de veces que te he dicho que Mambo era aún más guapo que Kenu? Sé que
nos echas de menos y que te sientes rara. Sé que lo que más te gustaría sería
estar con Eva, tu mami, y poder tumbarte al lado de Kenu, pero ahora debes ser
paciente. Qué te puedo enseñar yo acerca de la paciencia?
Con Mambo estarás bien, el te
enseñará todo y jugará contigo. Podrás olisquear tanto como quieras, podrás
volver a correr libremente, sin la pesadez de la Flexi, sin arnés, como aquel primer
día en la Casa de Campo, te acuerdas? ¡Vaya susto nos diste¡ Pensábamos que no
pararías de correr hasta recorrer toda la casa de campo.
Quería escribirte todo esto para
decirte que me he equivocado muchas veces contigo. Recuerdas haberme oído decir
que Kenu era la mejor persona de la familia? Estaba equivocado, tú eres la
mejor persona de la familia. Es increíble que siendo tan pequeñita, tan callada,
hayas causado tanto ruido, tanto impacto en nosotros. También pensé que cuando
me tocase separarme de ti sería menos doloroso que cuando me toque hacerlo de
Kenu. También estaba equivocado.
Solo quiero que sepas que ahora,
tarde como suele ocurrirme, he comprendido que te he querido muchísimo, que te
quiero muchísimo. Recuérdalo cuando nos volvamos a ver pequeña.
Y te lo repito, tienes que tener
paciencia mi amor, se que echas de menos a tu mami, pero ella, mi vida, te echa
mucho más de menos a ti.
Te quiero y te querré siempre
chiquitusa.
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